Yo sin ti, Emery…

Querido Don Unai, al escrito, una detractora. Alguien que te ha dado tanto por saco que incluso tienes bloqueada en Twitter. Pero te explico…

No es que hace dos temporadas y media no quisiera que vinieras, no. Más bien todo lo contrario. Alguien tenía que reconducir el barco y tú, por tu trayectoria, podías hacerlo bien. Tampoco te tuve en cuenta los primeros meses. El club era un cortijo y el vestuario un gallinero con un montón de gallinas creyéndose gallos. Ese verano me ilusioné mucho porque por fin alguien se unía a Monchi para hacer limpieza y empezar de cero. Sobre todo, después de aquel partido en Old Traffor, donde conquistamos el teatro e hicimos los sueños nuestros. Sin embargo, el sueño se torció a las primeras de cambio y el comienzo de temporada despertó en mí la desconfianza. Pensé en qué te había hecho durar tan poco en Rusia y en por qué, a pesar de los grandes resultados obtenidos, en Mestalla no te tenían demasiado cariño. Me puse a leer y encontré respuestas. A parte de apreciaciones particulares, casi todo el mundo coincidía en dos cosas:

1. Tu cabezonería, algo que demostraste sobradamente con la posición de Rakitic que casi te cuesta el puesto. Quién sabe de qué estaría hablándote ahora si no rectificas en Barcelona.

2. Tu capacidad de fallar en los momentos clave. Y esto, es lo que más me preocupaba de ti. Tanto es así que a pesar de los éxitos obtenidos el año pasado, creo que fallaste en varios momentos puntuales, como, Racing, Oporto, Bilbao o Valencia. Afortunadamente, la suerte también tiene algo que decir en este bendito deporte y aunque no pudimos seguir adelante en la copa del Rey y no llegamos al cuarto puesto, terminamos alzando la Europa League, nuestra querida Uefa.

Otro de tus puntos flacos para mí, es la poca puntuación que solemos sacar con los equipos de arriba. 5 de 24 el año pasado y dos menos este con los 4 primeros. Algo que con toda seguridad nos ha mermado a la hora de luchar por tercer y cuarto puesto con algo más de oportunidades. Sin embargo, este año en la segunda vuelta hemos jugado mejor, competido bien y merecido mucho más antes esos 4 gigantes económicos.

En fin, que el verano pasado, a pesar de nuestra diferencias, entendí que te renovaran porque lo mereciste. Mucho más allá que por el título, yo agradecí lo que habías conseguido en el vestuario. De nuevo una unión envidiable, un EQUIPO, algo que aunque parezca una tontería, puede dar, como nos dio, muchas alegrías. Y después de eso, te volvieron a desmantelar el vestuario por segundo año consecutivo, aunque esta vez, creo que fue algo más equilibrado y con cambios mucho más rentables. Por eso y porque soy, probablemente, demasiado exigente, el principio de esta temporada, a pesar de los resultados, no me gustó un pelo. Soy resultadista, cualquiera que entienda este deporte un poco lo será, pero además de ganadora, soy perfeccionista y sabía que detrás de esta plantilla había más de lo que estaban ofreciendo. Y ya ves, después de todo tenía un poquito de razón, pero tú también. Por eso estoy aquí, para dártela, porque además de exigente y tan cabezota como tú, creo que soy justa y realista y no puedo más que levantarme, quitarme el sombrero y aplaudirte hasta que me duelan las manos.

Y quiero que sea ahora, justo antes de saber si quedaremos cuartos o quintos o si seremos capaces de hacer historia y convertirnos en el mejor equipo de nuestra Europa League. Así que, Don Unai, permíteme que después de todos los palos que te he dado, hoy te de las gracias por atreverte a coger a un equipo herido de muerte, curarlo, cambiarle la cota de malla agujereada, por un traje de Iroman y convertirlo en un guerrero intratable que no se rinde nunca. Tal como reza nuestro himno. Gracias por aprender a corregir errores y tener personalidad para no fallar por fin en las grandes citas. Gracias también por desechar ofertas mayores y mantener tu palabra. Por tu implicación, por tu (como le gusta decir al presidente) simbiosis con el club. Gracias por entender la pasión con la que vivimos el fútbol por estas tierras. Gracias por esos 28 partidos vividos en casa, donde otros años daba pereza ir y este año vamos a echar de menos volver. Gracias por llevarme a Varsovia y hacernos soñar con ser cuartos hasta el último partido. Gracias por el trabajo y el respeto y gracias por ese gran zas que me has dado . Para estas dos finales que quedan, seguiré exigiendo como siempre, así que tú simplemente, sigue callándome como hasta ahora. Sin bromas, sé que este equipo, con el trabajo, la fe, la ilusión y la humildad que le has inculcado, es capaz de ganar a cualquiera. Ojalá el año que viene tenga que seguir exigiéndote y este año vuelva a llorar mientras tú haces esto…

TURIN, ITALY - MAY 14:  Head Coach Unai Emery of Sevilla celebrates with the Europa league trophy after the UEFA Europa League Final match between Sevilla FC and SL Benfica at Juventus Stadium on May 14, 2014 in Turin, Italy.  (Photo by Clive Rose/Getty Images)

Deja un comentario